Entrevista a
Jean-Pierre Garnier Malet, padre de la teoría
del desdoblamiento del tiempo, publicada en La Vanguardia
- Tengo 70 años.
Vivo en París. Casado, 2 hijos y 3 nietos.
Soy doctor en Física, mi especialidad es la mecánica de los fluidos. La
política debe sustentarse en la tolerancia. Tengo la certeza de que hay
que
pensar en los demás como nos gustaría que los demás pensaran en
nosotros.
- Su teoría ¿está
avalada por la ciencia?
- La respetada
revista American Institute of Physics de
Nueva York y su comité científico la han validado publicándola en el
2006
porque es una teoría que ha permitido, primero, prever, y luego,
explicar la
llegada de planetoides al sistema solar. ¿Quiere que le explique para
qué sirve
la ley del desdoblamiento del tiempo?
- Sí, pero
sencillito.
- Tenemos dos
tiempos diferentes al mismo tiempo: un segundo
en un tiempo consciente y miles de millones de segundos en otro tiempo
imperceptible en el que podemos hacer cosas cuya experiencia pasamos
luego al
tiempo consciente.
- Exacto. Tengo una síntesis instantánea de un análisis que
he realizado en otro tiempo aunque no tenga la memoria de ello.
- ¿Así funciona el tiempo?
- Sí, en cada instante presente tengo un tiempo
imperceptible en el cual fabrico un futuro potencial, lo memorizo y en mi
tiempo real lo realizo.
- ¿?
- Tenemos la sensación de percibir un tiempo continuo. Sin
embargo, tal como demuestran los diagnósticos por imágenes, en nuestro cerebro
se imprimen solamente imágenes intermitentes. Entre dos instantes perceptibles
siempre hay un instante imperceptible.
- ¿Como en el cine, que sólo vemos 24 imágenes por segundo?
- Sí, la número 25 no la vemos, es subliminal. En publicidad
se ha utilizado ese tipo de imágenes para influir con éxito en nuestro comportamiento,
lo que ha mostrado que lo subliminal es accesible a nuestra memoria. El
desdoblamiento del tiempo ha sido probado científicamente y la teoría ha dado
justificaciones a escala de partículas y a escala de sistema solar.
- Tenía entendido que las leyes de la cuántica no se
aplicaban a las cosas grandes.
- El fenómeno del desdoblamiento del tiempo nos da como
resultado el hombre que vive en el tiempo real y en el cuántico, un tiempo
imperceptible con varios estados potenciales: memoriza el mejor y se lo
transmite al que vive en el tiempo real.
- ¿Nuestro otro yo cuántico crea nuestra realidad?
- Podríamos decir que entre el yo consciente y el yo
cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el
presente a través de la memoria del futuro. En física se llama hiperincursión y
está perfectamente demostrada.
- ¿Estoy desdoblada como la partícula?
- Sí. Y sabemos que, si tenemos dos partículas desdobladas,
ambas tienen la misma información al mismo tiempo, porque los intercambios de
energía de información utilizan velocidades superiores a la velocidad de la
luz. ¿Conoce el principio de los gemelos de Langevin?
- No.
- En los años 20, Paul Langevin demostró que si un gemelo
viajaba a la velocidad de la luz, envejecía menos que el que se quedaba quieto.
A Langevin no le creyeron. Hubo que esperar 50 años: en 1970, gracias a los
relojes atómicos, se comprobó esa ley.
- Entonces, en ese tiempo imperceptible pasó mucho tiempo.
- Exacto: si puedo viajar a velocidades prodigiosas, un
microsegundo se convierte en un día entero. Cuando regreso, no sé si me he ido,
puesto que he estado ausente un microsegundo.
- Estupenda propiedad, ¿pero quién es el que viaja?, ¿yo?
- Existe otra propiedad conocida en física: la dualidad de
la materia; es decir, una partícula es a la vez corpuscular (cuerpo) y
ondulatoria (energía). Somos a la vez cuerpo y energía, capaces de ir a buscar
informaciones a velocidades ondulatorias.
- ¿Y cómo asimilamos esa información?
- En el sueño paradoxal, cuando estamos más profundamente
dormidos y tenemos nuestra máxima actividad cerebral, se da el intercambio
entre el cuerpo energético y el corpuscular. Y es ese intercambio el que le
permite arreglar el futuro que ha creado durante el día, lo que hace que al día
siguiente su memoria esté transformada.
- Vaya.
- El intercambio se realiza a través del agua del cuerpo.
Ese intercambio de información permanente es el que crea el instinto de
supervivencia y la intuición.
- ¿Fabricamos potenciales por medio de nuestro pensamiento?
- Así es. Si por ejemplo pienso en una catástrofe, ese
potencial ya se inscribe en el futuro y puede sufrirla usted u otro. De manera
que la conclusión es: “No pienses en hacer a los demás lo que no quisieras que
los demás pensaran en hacerte a ti”. No es una ley moral ni filosófica, es una
ley física.
- Es difícil controlar el pensamiento.
- De día, mucho; pero justo antes de quedarnos dormidos
tenemos un minuto, y basta con que durante ese minuto controlemos: esa es la
manera de conectar con esa parte energética, llamémosla el doble, para pedirle
que solucione los problemas.
- ¿Es como una oración?
- No: es una relación, y hay que dejar totalmente las
riendas al otro; las noches están para eso. La noche no sólo permite borrar
potenciales no deseados, sino que también nos guía los pensamientos del día
siguiente.
- Asombroso.
La teoría del desdoblamiento del tiempo permitió explicar la
llegada de planetoides cerca de Plutón, pero Garnier va mucho más allá y nos
cuenta que esa ley es aplicable a nuestra vida: “Tenemos un cuerpo muy bien
hecho que nos permite proyectarnos en el porvenir: ir a ver el futuro,
arreglarlo y volver para vivirlo. Y es durante la noche cuando tenemos la
capacidad de arreglar ese futuro que hemos construido durante el día. Podemos
ver los peligros antes de vivirlos por medio de la intuición, y borrarlos”.
Algunas claves para comprender y aplicar la Teoría del
Desdoblamiento
- Todos tenemos un doble.
- Nuestro doble no es el cuerpo astral o etérico. Es
verdaderamente nuestro “yo”, en otra dimensión.
- Todo ocurre en el eterno ahora.
- La información con nuestro doble se intercambia mediante
aperturas entre los distintos tiempos. Estas “aperturas temporales”
imperceptibles, son aceleradores del transcurso del tiempo que nos arrastran
hacia otros espacios a velocidad prodigiosa.
- Nuestro “doble” es verdaderamente otro “yo”. El cuerpo
visible explora el espacio en nuestro tiempo. El otro, generalmente
imperceptible, viaja en los diferentes tiempos de nuestro desdoblamiento.
- De manera esquemática podemos decir que un cuerpo
energético informa a nuestro cuerpo físico. Toda partícula emite y recibe
ondas. Todo organismo recibe informaciones para vivir y sobrevivir.
- El presente actualiza futuros potenciales creados por el
pasado. Un cambio de pensamiento de un segundo crea numerosos potenciales de
equilibrio en un tiempo acelerado, cuya síntesis instantánea en nuestro tiempo,
conllevaría una puesta en forma o recuperación rápida de apariencia milagrosa.
- Nuestro “doble” experimenta muy rápidamente nuestro futuro
y, por aperturas imperceptibles entre los dos tiempos, intercambios permanentes
de informaciones nos llevan por el buen camino.
- Es recuperando el principio vital de intercambio de
informaciones con nuestro “doble” durante nuestros sueños, que podremos por fin
conocer el objetivo de nuestra vida y encontrar el equilibrio capaz de
reconducirnos a él.
- Nuestro doble está a nuestro servicio, esperando contactar
con nosotros para transmitirnos los mejores instintos de supervivencia, ya que
él viaja al futuro y nos transmite la información.
- Tenemos varias potencialidades en nuestro futuro. Se trata
de escoger la mejor para beneficio nuestro y de nuestro planeta, aprendiendo a
recibir las informaciones de nuestro “doble” y no empezar a poner en duda su
existencia.
- No hay necesidad de recordar los sueños. Basta con
prepararnos a “bien soñar” por la noche para vivir bien durante el día,
modificando nuestros pensamientos (siempre en positivo).
- Momentos antes de dormirnos podemos ponernos en contacto
con nuestro “doble”, exponerle nuestros problemas y pedirle que busque la mejor
solución posible (de entre los posibles futuros). ¿Recuerdan la frase “lo
consultaré con la almohada”?
- Tener total confianza en que tu “doble”, te lo va a
resolver de la mejor manera posible (ya que tu doble eres tú en otra
dimensión). Tener la “certeza” de que ya te lo resuelve. Tener una actitud de
total despreocupación y confianza. No pensar en hacer a los demás lo que no
quieras que los demás piensen en hacerte a tí. Estar muy atentos a las señales
que nos da la vida. Saber escuchar los “avisos”.
- Estas informaciones provenientes de las “aperturas temporales”
imperceptibles nos permiten mejorar nuestro presente. Son siempre tan rápidas
que nos llegan bajo la forma de intuiciones, sugerencias y premoniciones.
- El control de las aperturas temporales cambia nuestras
noches y también nuestra vida. Además es un medio muy eficaz para ya no estar
angustiados o deprimidos frente a una situación delicada, a condición de saber
cómo y por qué proceder. En efecto, el saber que el día siguiente será mejor
nos alegra el corazón, el estrés desaparece y con él las enfermedades. El
dirigir nuestra vida es nuestra responsabilidad.
- Es preciso ser dos para intercambiar información: uno de
ellos viaja entre su presente y su futuro. El otro entre ese futuro (que es su
presente) y el futuro de ese futuro (que es su propio futuro). Así pues, las
tres realidades presentes -del pasado, del presente y del futuro- son
accesibles al mismo tiempo por intercambios de información en las aperturas
temporales.
- Nuestro doble es un explorador o mensajero. Está ahí para
asegurarnos el mejor presente a cada instante. Está listo para darnos todas las
informaciones necesarias en cuanto se lo pidamos. Puesto que “él” es “yo”, está
siempre dispuesto a crearnos el mejor porvenir.
- Cuando estamos seguros de recibir ayuda en todo momento y en
todo lugar, esta confianza se vuelve un automatismo saludable.
- Nuestro doble tiene la capacidad de explorar lentamente
nuestro futuro, en un tiempo tan rápido que no nos damos cuenta de ello. En
nuestro tiempo recibimos sus consejos en forma de sugerencias inmediatas, que
crean nuestra intuición.
- El hecho de estar desdoblados sin tener tiempo de darnos
cuenta, nos da la sensación de saberlo todo intuitivamente, sin tener que
pensar en nada.
- Nuestro cuerpo es un receptáculo de informaciones necesarias
que nuestro “doble” llena en cuanto puede. Todas nuestras células obedecen a la
voluntad de este otro yo, que espera nuestro consentimiento para venir a
visitarnos.
- Su benevolencia es incuestionable porque “él” es “tú”, y
siempre lo será puesto que te asegura la vida después de la muerte, en otro
tiempo, pero como es imperceptible lo hemos olvidado. Es buscando y
reencontrando el contacto con nuestro “doble” que podremos equilibrarnos y
entender el objetivo de nuestra vida terrestre.
- ¿Cómo proyectamos nuestro futuro? La anticipación es un
principio vital. Es con nuestros pensamientos que proyectamos nuestro futuro.
Si vamos por la calle y alguien nos da un empujón y pensamos ¡lo mataría!, este
pensamiento ya está abriendo un futuro potencial asesino para nosotros en
nuestras aperturas temporales.
Esto lo podemos modificar con un sencillo intercambio de
información: con un pensamiento contrario y tranquilizador. Así reina la paz en
el futuro. La ley de los tiempos es sencilla: “Si nadie en la Tierra pensara en
matar, no existiría ningún futuro potencial asesino y la actualización de un
asesinato sería imposible”.
Todo depende, pues, de nuestro modo de vida y de nuestros
pensamientos que crean el conjunto de nuestras posibilidades de futuro y eso
durante los aproximadamente veinticinco mil años de nuestro desdoblamiento
actual.
Nuestro doble puede modificar los futuros que nosotros hemos
creado, siempre a petición nuestra.
Cuando le damos las gracias, él entiende que va por buen
camino y no duda en seguir adelante con lo que ha empezado, en función de las
informaciones que recibe de su pasado.
- Restablecer un cuerpo enfermo o acallar una mente
angustiada viene a ser cambiar el futuro y consecuentemente cambiar el mundo.
El quejarse o lamentarse crea inmediatamente en el futuro algo del que poder
quejarse o lamentarse.
- El intercambio de informaciones con un doble no es mágico
ni peligroso. Lo peligroso es ignorar la forma de controlar las informaciones
que nos llegan a cada instante y de vivir según nuestra conciencia, sin saber
quién la llena de pensamientos subliminales sin interés alguno.
- La única dificultad proviene de la forma de pensar, pues
no estamos acostumbrados a colocar el futuro antes que el presente. Esta nueva
noción del tiempo va a conmocionar el fundamento mismo de todos nuestros
pensamientos.
- Dejando nuestro sueño en manos de nuestro doble, es como
encontramos o recobramos un equilibrio corporal y, sobre todo, y a su vez,
planetario.
Aquél que se mantiene en contacto con su doble, no teme al
futuro, cosecha sólo informaciones capaces de crear y de recibir las mejores
posibilidades futuras individuales.
Equilibrándose de esta manera, equilibrará al planeta cuyo
futuro potencial colectivo mejorará poco a poco. Sólo nuestro doble es capaz de
volvernos a dar las ideas que eran las nuestras cuando nacimos.
- Es importante ser conscientes de nuestro último
pensamiento antes de quedarnos dormidos, pues es el que nos dirige al tiempo
ralentizado de nuestro doble.
Es el agua de nuestro cuerpo la que almacena y restituye las
informaciones. El enfocarnos demasiado en nuestros problemas atrae las energías
futuras responsables de nuestras dificultades. Si intentamos encontrar nuestras
soluciones de esa manera, atraeremos futuros que pueden no ser los más
adecuados. Sin embargo, si pedimos a nuestro doble que resuelva nuestros
problemas y clasifique las soluciones, lo atraeremos hacia nosotros y nuestros
sueños serán benéficos siempre que aceptemos su solución, con una confianza absoluta,
con gratitud y en la certeza de que es el mejor futuro posible.
La mejor manera de quedarnos dormidos es pedir a nuestro
doble que nos envíe el mejor futuro que hemos podido crear. “Que se haga tu
voluntad”. El dejar nuestro lugar de director de orquesta a nuestro doble nos
adormece más rápidamente que nuestros deseos o proyectos. Simplificándolo en
una sola palabra, sería “encomendarnos”.
- Nuestra encarnación en la tierra tiene como objetivo
permitir a nuestro “doble” arreglar los futuros que hemos perturbado. Le
servimos de trampolín hacia el futuro que deberíamos construir según sus
consejos. De esta manera el Apocalipsis volvería a encontrar su sentido
etimológico de descubrimiento maravilloso de lo escondido. El planeta sólo
actualizaría futuros beneficiosos para todos.
- Y recuerda, esto es fundamental: “No pienses en hacer al
prójimo lo que no quisieras que él pensara en hacerte a ti”. Es la única manera
de que todos nuestros futuros potenciales sean beneficiosos para todos.